EL MÉTODO
El método más democrático para elegir candidatos dentro de los partidos políticos, es sin duda la elección interna, pero presenta el inconveniente, en la vieja cultura política mexicana del cochupo, de que las fuerzas de otros partidos o incluiso de otros poderes fácticos del entorno, puedan incidir y con ello, modificar la verdadera voluntad de los militantes del partido de que se trate.
La elección interna casi siempre conduce a una confrontación tal que es casi imposible conseguir después la unidad del partido, muy a pesar de que los actores políticos se pongan de acuerdo y después de negociaciones quieran marchar juntos, ya que las bases se apasionan y en ocasiones pasan de los señalamientos partidistas y del desempeño a las cuestiones personales, a los insultos y hasta los golpes, de lo cual después es muy complicado retonar a la concordia.
En esa situación, queda el camino de la elección indirecta, es decir, la convención de delegados, desde hace mucho utilizada con éxito por el PAN y por los partidos que dieron origen al hoy pretendidamente ultrademocrático PRD.
De hecho, en las particulares condiciones de vida política mxicana, la convención de delegados es la forma de elegir candidato más democrática que existe, pues su resultado si refleja el sentido de la vida partidista, ya que son los militantes de base los que votan para elegir a sus delegados y luego éstos votan por el candidato, garantizando así que el abanderado sea alguien conocido y aceptado por las bases partidistas. Si ese hubiera sido el método en el PRD antes de la última elección de gobernador, Zeferino Torreblanca Galindo, nunca hubiera sido candidato y menos gobernador, pero en ese partido en ese entonces, optaron por la imposición vía una elección interna manipulada, en la cual la mayoría de los perredistas votaron por Armando Chavaría, pero otras fuerzas de poder empujaron a Zeferino, considerado entonces como el mejor posicionado en las preferencias populares, haciendolo candidato, pese a la oposición de la mayoría de perredistas, a quienes en represalia el ganador excluyó del gobierno.
Por encuesta resulta ser el peor de los métodos posibles pues, obviando que los sondeos pueden ser manipulados y manoseados de tal manera que hagan ganar al peor posicionado, pero que le simpatice a los dirigentes que pagan la encuesta, en ella no determinan los militantes del partido, sino la sociedad en general y hay que tener claro que lo que se busca es el candidato del PARTIDO, por lo cual es el partido quien lo tiene que elegir, es decir, sus militantes; si los poderes facticos u grupos sociales no partidistas o la misma sociedad en general, que es bastante manipulable por los medios de comunicación, tienen algún favorito, pues que se organicen y lo postulen, pero los partidos por su lado están obligados a postular a quien represente la ideología del partido, que defienda su estatutos y su programa de acción y que lleve consigo a gobernar a un gabinete formado por militantes de su partido.
Para eso son las elecciones y no son entre personas, sino entre partidos, el partido que gana la elección es el que debe de gobernar, cosa que no ocurrió en la actual administración de Torreblanca Galindo, ya que por utilizar un método adecuado de selección, se les coló un candidato gracias al cual ganó el partido, pero no gobernó, pr el contrario, gobernó Torreblanco y sus amigos S.A. de C.V.
Por eso, el método más recomendable para elegir al candidato a gobernador en la elección que viene, es el de convención de delegados, como ya lo aprobó el PRI y debiera aprobarlo el PRD, si quiere no sólo volver a ganar, sino esta vez si gobernar, aunque luego confronte por algún otro método a su candidato con los candidatos del PAN, del PT y de Convergencia, para ir juntos a la elección como lo pretenden para enfrentar al PRI.
México está jodido II
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*El texto siguiente es del escritor mexicano Heriberto Yépez y me pareció
harto prudente reproducirlo. (Osease, que me ahorró el trabajo)*
¿Ya llegó a su c...
Hace 14 años
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