martes, 19 de febrero de 2008

Y el hombre dijo hágase mi dios y Dios existió

Por Julio Zenón Flores Salgado

Poema 1

Quien eres tú
Me han preguntado
En cada escape de mi cuerpo
De tu rostro
Guardo una página nueva
Cada libro
Como Cien años de soledad
Del maestro Gabo
Que escribió a la aurora
Del cielo raso
Y las ciénagas de tu nombre
Como un gran moco de guajolote
Que vuela destornillado
Desde el tejado verde de tus ojos
Hasta el alero oscuro y pardo de mis manos
Una segunda piel
Es el regreso azul de tus encantos
Una nave anclada a la aurora
O el leopardo
Galopando sobre tu lecho
Comiendo un trozo de pierna
De tu siervo

2

Mujer, eres serena
Como el que vigila mi esquina
Enamorada
Por donde pasan las olas
De la gente que deambula
Sobre rostros de piedad que se encaraman
Tu cuerpo sigue siendo un barco
Sin timón
Una bata
O bota
O batea
De madera nueva
O tul transparente
Vestida de lino fino
Como esposa del rey
Que te concediera un día
Y tu sal
Un avispero
Lleno de tequila horneado
Un panal de abejas
Que salpica escrotos en tu vulva
Sigue ahí
Como muégano inerme
Como un sol innecesario del medio día
O un hueco en el estómago a la hora de comer
Una mesa es tu vientre de sal
Y tus ojos el bodegón de Shagal
Una indiscreta pista falsa
De Picasso
Un futuro vestido de azul y púrpura
En tu mano.



3

¿Qué puedo regalarte hoy
Que es 14 de febrero?
Reflexionaba un hombre
Sobre una tierra sembrada de ruinas y batallas
Y creó un dios
Formado de su mente
A imagen y semejanza de Minerva
De la cabeza de Júpiter
Y vio que era bueno
Y el hombre dijo
“Hágase mi Dios”
Y Dios existió.
Y viendo el hombre que Dios estaba solo
Esperó que se durmiera
Para librar mil batallas
Y entonces de su costilla creo al diablo
Y desde entonces
Cada 14 de febrero
El Diablo pide a Dios un regalo
Expulsados ambos del paraíso
Viven esperando
Un pedazo de tela, una flor
Una esencia
Una alma siquiera que pelear
Para irse a dormir en la pradera.

4




La ciudad es un campo minado
Rodeado de flores
Que forma una cerca de púas
Un horrible círculo de banquetas pueblerinas
Que se quiebran
En los tacones de las putas
Un escupitajo
En la boca de un sediento
Un grito
En el mercado de las piernas
Un edificio
Carcomido por el sueño
Una lámpara, fundida
Por la peste de los sueños
De la gente preñada de silencios
La luna no entra nunca
En estos charcos
Los sapos son príncipes
Que deambulan
Tras quiméricas princesas vueltas rana
Es un cìrculo mágico
Siempore más adentro que ninguno
Dentro de otro círculo que se esconde en uno más
Hasta formal
Una espiral púrpura
De balas, drogas y venganzas
Rompe el sol la noche imaginada
Un AK 47, SE CONVIERTE EN RELIQUIA
LA GENTE LE REZA EN CADA ESQUINA
Una bomba estalla dentro de tu cuerpo
Y desnuda la voz
De los cuellos desvirgados
No se come esta granada,
Ni el tubérculo se cuece
O se lima
Es una papa que gobierna
Con presos de hombres y mujeres

5

POEMA AL 14

Hoy
Es un día triste
El de la lluvia que cae
En otras en tierras
Menos en mi
Por que es un amor tan grande
Que no cabe en un
Número que de tan tarde
Nunca llegó
El 14 no es una tórtola
Ni una rana
Mucho menos un beso
De savia
Es bruma que se pega a los barcos
O un surco que se despega de tu pecho
He comprado
Hoy
Un barco
Que se bota en tus nalgas
Y te quiero regalar
He ido por ahí
Disfrazado de ropavejero
Y conseguí
Bártulos de comerciante
Una lente vieja
De tu ombligo
Un nuevo olfato
Colmado siempre del aroma
De tu vientre
Un cacerola
Con mi cabeza
Decapitada
Una flor marchita de enero
Promesa de noviembre
Ocho
Renacida
Y hoy, como es 14
No te recuerdo
Silueta
Porque nunca haz llegado a mi cerebro
El corazón es tu casa
Sembrado de olivos
Sembrado de ti y de tus besos
Hoy que es 14
De febrero
No puedo darte nada
Porque nada es mío
Sólo mis pensamientos y quizá ni eso

sábado, 9 de febrero de 2008

P O E M A S Julio Zenón Flores Salgado


RESIGNACIÓN

Me resigno
A que me atraviesen tus ojos
Como yegua desbocada
Que se brinca un río
A que tu ombligo
Me nazca en la mano
Como almendra
Como aceite de oliva
Que se unge a mi saliva
Me resigno a la noche
De tu ausencia
A tu espalda
Siempre en mi horizonte



DIVORCIO

Vengo de la casa de empeño
Un dedo
Dejé ahí con
Tu nombre grabado
En el anillo
Caíste por el fuego
Razo de la aurora
Y el sol quemó tus naves
Fuiste ceniza
Vulva marchita
Fortaleza derruida
Como un náufrago
O las olas altas
De la mar de octubre



P R A G A

No se por qué
Praga me parece tan lejos
Y la niebla cayendo
Tan cercana
Ese azul intenso
Que puebla de pájaros el día
Y de risas mi cuerpo
La torre se yergue
Tras el puente
Y tu mano se extiende
En la noche callada del espejo






AUSENCIA

La duda se me pega a la espalda
Cuando vistes de rojo al sol
Y calzas de suspiros a la aurora
Es la grisácea soledad
Que me grita
Del pozo de tu encanto
Un hormigueo perenne
Que sube por mis piernas
Desde que sueño
En la casa de tu cuerpo
Y tu cuerpo no está
En el suero
Que deambula por mis venas
La carroña despoblada
Cabalga en las nalgas
Del pegazo
Y no es más que tu ausencia
La que orada mi espacio
Es la mano tuya
Que no está

LLUVIA TARDÍA



LLUVIA TARDÍA





1.-
Un poco antes de empezar la lluvia
Los árboles se encogen
casi imperceptiblemente
y las hormigas se forman
a la orilla de su plenilunio
los pensamientos se llenan de salitre
y el alma llora
como si en ese instante todos
sus muertos se salieron de sus tumbas
la soledad camina por la espalda
se enfría la lengua
que antes nos calentaba la vida
es un momento lunar
los cuerpos se unen
casi imaginariamente
a su propio deseo, a la humedad
a las lágrimas que llegan con la lluvia

2.-
Yo le hago el amor a mis recuerdos
Y me rodeo de cangrejos
Que únicamente pueden avanzar hacia el abismo
Miro las huellas desaparecidas
De la estampida de gaviotas
En las dunas que erizan la playa
Ríos de tristeza
Olores de ceniza
Copal mojado
Por el sudor de las tinieblas
Casa que no existe
Que no tiene cristales
Para mirar el agua
Tejas silenciosas
Que caminan en pos de un alacrán


3.-
¿Alguien se ha fijado
en los tamarindos
cuando va a llover?
Se vuelven decrépitos
como los hombres
cuando no hacen el amor
envejecen
una decena de años
y su sabor a sexo
no existe
ni siquiera en el recuerdo
El vaho de los caracoles
Y de las palabras soltadas
Como auténticas rameras
Que se deshacen en la boca
Sabor agridulce
de lo que ya no es
cigarro consumido
un poco antes de empezar la lluvia.

4.-
Hay hombres
Que se ponen en la esquina
Y se visten de silencio
Entierran las palabras
En un hoyo hormiguero
En las esquinas
Los hombres son
como revólveres
del viejo Oeste
cuando va a llover
son pólvora añosa
esparcida
por las golondrinas





5.-
El pavimento se resigna
a recibir los ríos
de los tacones carcomidos
de los ojos que degluten los huesos
que se esparcen como restos de sal
ríe el pavimento
con las alcantarillas
y las termitas
que reciben las gotas del día
Un poco antes de empezar la lluvia
Nos tomamos de la mano
Y navegamos por la puerta
De un nuevo mundo
La vida vuelve a empezar





6.-
Las gotas de la lluvia
Son ojos
Humanos
que se desvanecen al tocar el suelo
Se les puede ver cruzando el horizonte
Viajando en las nubes
Flotando en el ambiente
Un poco antes de empezar la lluvia
Como si el aguacero fuera un juicio sumario:
Todo el que se cae de la nube muere
Se lo come la tierra
Cada gota
Es un ojo desorbitado
Que mira por última vez
El día o la noche
Desde la fugacidad de un viaje
Que lo hace mariposa
Pájaro que cae
Obsidiana que se quiebra
Gota de agua que resbala
Hacia el abismo profundo de las almas


7.-
Arden las rocas amarillas
y se cuecen al sol
Toman los cerros agua
De la blancura ácida
Que llega con la espuma
Quema el pájaro
Con sus alas de aurora
El horizonte

8.-
Rocas líquidas
catapultadas hacia rocas sólidas
blanco vómito
que regurgita
del intestino azul del mundo

9.-
La huella en la arena
Sabe
Que nadie podrá reconocerla
Mira
Pasar las nubes
Con el silencio
Colgado en su espalda
Cual arete de cristal
Se deshace en dudas
O se deshoja
Como noche de vigilia
En una luna de miel

10.-
El ojo del huracán
Es un pez
Boqueando en la orilla del sueño
Colgado
Al arponazo del hambre
O del hombre
Que hurga en la basura
Del abandono
El ojo del pez es un huracán
Azotando su cola
En la urgencia de la vida





11.-
La red del pescador
es el brocal de los almendros
aroma del sándalo
piernas oscuras
de un galeón fugitivo y nocturno

12.-

La plata de las gaviotas
se hace añicos en el acero
en las puertas de un faro
en las redes del pescador
que no son sino noche
purgatorio de los pecadores



LA CARTA

La vileza es parte de la carta
Que escribo cada mañana
Para hablar de ti
Es un círculo
Que se rompe
Con la fuerza de una arpa
Con el grito sonoro de las hormigas
O con el triste gemido
Del último segundo de una mariposa


TU ESPALDA…



Yo decía que tu espalda
Es un amplio desierto
Sin norte y sin brújula
Cubierto de una arena
Hecha de huesos de hormigas
Y cercado por el metal de las armas
Donde solo crecen flores
Que huelen a podrido
Humo cáustico
Que brota de la nuca de una ciudad
Que se despierta a gritos
Que deja huella
En la aurora imposible
Azul
De Praga
O en el frió denso
De un paisaje de Rusia




II
En realidad
Tu espalda no es un desierto
Es un espejo
Donde cunden edificios derruidos
Y surgen amapolas
Marchitadas a balazos de fuego
Ríos de savia que brotan
En cada cerro depilado
Y es un agua púrpura
Que corre cabisbaja
Como un ciervo
Plegado a la muerte previa a su captura


ROJO CIEGO






Era un ruidero tu risa
Plagada de hormigas
Deambulando en la aurora
Sospechosa de azul
Del rojo ciego
Que te viste
De pies a cabeza
Y que convierte tu piel
En vino
Escanciado
De ruinas de viejos dolores


CIGARRA




Un sueño bicéfalo
Te recuerda la muerte
El final abrupto de la silla rota
La calida
Salida de fuego

El torrente inquieto de saliva que perfora
Mis labios
Y tu mirada triste
De noche languideciendo
Como cigarra prendida en el cerro
Sostenida
con la amarga creencia

de que ella es la luna


SOLO RECUERDO

En la ciénaga inquieta de tu ombligo
Se hunde la letra blanca de un fuego
Callado
Y yo no soy sino
una larga sucesión de voces
líquido amiótico
dividido
recuerdo
sólo eso

GRANITO DERRETIDO

Cabello negro
Es de noche en tus ojos
Y mi sexo
Es un hilo
Que te sueña
Que se fija en tu rostro
Y amanece
Como
Río de granito derretido


RIO SAGRADO

La lluvia es siempre sensual
Se frota contra la tierra
En cada gota
La eriza
La seduce
Se escurre por su ombligo
Y se mete por todas sus rendijas
Hasta la cueva cegada de sus piernas
Las gotas resbalan por la curva
Eterna del tiempo
Por la aurora celeste
Carcomida por los osos hormigueros
Y se mezclan con el viento
Con el río sagrado de mi semen


FUEGO





Por enésima ocasión desperté bajo tu falda
Y era el manto celeste
Colmado de vellos erizados de espinas
Con el vértice de fuego
Carcomido por hormigas
Fuego de sándalo
Crisantemas doradas que se aferran a un mes de julio
A esa lluvia tardía que cayó
De tu cuerpo
En forma de feto
En forma de faro
En las tinieblas grises de cemento
Una garita se cierne
Sobre mi recorrido
Es tu ombligo
Que se sume en el fuego
Como un vértice que cae
Por un declive exacto
Que se come a cucharadas
Como la luna de Sabines
Que es un pueblo
Debajo de tu falda



ROLLO DE MARIPOSAS


Tu eres río centellante
Sable que corta la noche
Un melocotón
Que flota en el limbo
De la sabiduría
Eres quizá una simple taza de café
O un rollo de mariposas
Colgadas de tus manos
exprimidas
Por la gasolina
Huesos de mangle
Crisantemos
Que alimentan mariposas
de tu pecho
Con elixir divino
Que sube por tus venas y se aloja
En el fuego de mis manos






LA RANA



Es de noche y viene un fuerte viento
Una rana se queja desde el fondo del estanque
Es tu voz que melancólica llega
Nuestro cuerpo
Que se come como pan
Un triste crujir de huesos
En el vaivén
Fastuoso
De una noche de sexo y drogas
Que ahora croa
Como rana en el estanque
Donde tu no estás



AZUL UMBROSO

Reina
Fuiste misterio de jaguar
Veloz pantera
Una iguana
Que no existe
Porque el sur es sólo una mancha
Blanca en el abdomen
Caracol, que se pasea por el fondo
De mi vientre
Y deja su huella en la arena lechosa
De mi ropa
Vomitas flores
Y bajas los escalones como una mariposa
Rebotando de miedo
En los ónices de obsidiana
de mis manos
que nacen solo para coronarte
reina de un rey perdido
que come en tu cetro
y se endurece
como la miel de almendras
y vuela
garza perdida
en el azul umbroso de tu aurora



GOTA

Recuerda la gota de sudor
Que imaginé en tu espalda
Recorriendo los fuertes
Declarando la guerra
Subiendo hasta los cerros
De gritos mojados
Por el silencio de tus hombros
Yo sabía entonces que todo era mentira
Que tu espalda no existía
Sólo el sudor
Y una mueca miserable
Una columna vertebral
Que se rajaba como leño
En mi hogar encendido
O una mano extendida
Removiendo la ceniza
Yo sabía entonces
Que sólo eras vuelo
Aurora triste
De lluvia agotada


ESCALERA



Tu cuerpo es una escalera
Que se esculpe mano a mano
En sueños de sal
Se sube o se baja
Peldaño a peldaño
Por tu espalda
Y no eres humo
Ni edificio
Sino cristal cortado
Sumo de frutas que
Me azota el olfato
Tus horas me gritan en la espalda
Y el granito tuyo
Me escurre
Y se mete por mis poros
Sabes que la vida te busca
Y que yo soy la muerte
Gris ventana que no tiene salida
Un hoyo en la pared
Que te avista
Y se muere
Se hunde a tus pies
Por besar alguna esquina
De tu vientre
Pero tu no eres
Sino una escalera
Negra y vestida de mujer
Sometida a la gente que te busca

Y que avanza por tus venas

TRES REMEDIOS PARA LA NOSTALGIA Julio Zenón Flores Salgado





TRES REMEDIOS
PARA LA NOSTALGIA
EN EL M
AR

SABINA DE LA LUZ REINA

SIRENA

I


Sirena
En un mar de odios crispados
En un torrente de sal
Que cierra
Las venas de silencio
Que se unce a un cuerpo inerte
En el fondo del mar
De la noche
Que te brota por los ojos


II


Sirena
Llevas mi cuerpo
En tus escamas
Como el sueño
de una copa de vino
O el de un violín
Que suena a medianoche


III

La salida del camino es remediable
Cuando subes por la pierna del deseo
Cuando boqueas
En la nuca
De la carcoma
Enquistado en la puerta de tu vientre
En la gota oscura de mi semen
Corriendo, porque soy cobarde,
Huyendo de tu nocheHuyendo de ti

viernes, 1 de febrero de 2008







UN POCO ANTES DE EMPEZAR LA LLUVIA

Por Julio Zenón Flores Salgado


1.-
Un poco antes de empezar la lluvia
Los árboles se encogen
casi imperceptiblemente
y las hormigas se forman
a la orilla de su plenilunio
los pensamientos se llenan de salitre
y el alma llora
como si en ese instante todos
sus muertos se salieron de sus tumbas
la soledad camina por la espalda
se enfría la lengua
que antes nos calentaba la vida
es un momento lunar
los cuerpos se unen
casi imaginariamente
a su propio deseo, a la humedad
a las lágrimas que llegan con la lluvia
2.-
Yo le hago el amor a mis recuerdos
Y me rodeo de cangrejos
Que únicamente pueden avanzar hacia el abismo
Miro las huellas desaparecidas
De la estampida de gaviotas
En las dunas que erizan la playa
Ríos de tristeza
Olores de ceniza
Copal mojado
Por el sudor de las tinieblas
Casa que no existe
Que no tiene cristales
Para mirar el agua
Tejas silenciosas
Que caminan en pos de un alacrán
3.-
¿Alguien se ha fijado
en los tamarindos
cuando va a llover?
Se vuelven decrépitos
como los hombres
cuando no hacen el amor
envejecen
una decena de años
y su sabor a sexo
no existe
ni siquiera en el recuerdo
El vaho de los caracoles
Y de las palabras soltadas
Como auténticas rameras
Que se deshacen en la boca
Sabor agridulce
de lo que ya no es
cigarro consumido
un poco antes de empezar la lluvia.
4.-
Hay hombres
Que se ponen en la esquina
Y se visten de silencio
Entierran las palabras
En un hoyo hormiguero
En las esquinas
Los hombres son
como revólveres
del viejo Oeste
cuando va a llover
son pólvora añosa
esparcida
por las golondrinas

5.-
El pavimento se resigna
a recibir los ríos
de los tacones carcomidos
de los ojos que degluten los huesos
que se esparcen como restos de sal
ríe el pavimento
con las alcantarillas
y las termitas
que reciben las gotas del día
Un poco antes de empezar la lluvia
Nos tomamos de la mano
Y navegamos por la puerta
De un nuevo mundo
La vida vuelve a empezar

6.-
Las gotas de la lluvia
Son ojos
Humanos
que se desvanecen al tocar el suelo
Se les puede ver cruzando el horizonte
Viajando en las nubes
Flotando en el ambiente
Un poco antes de empezar la lluvia
Como si el aguacero fuera un juicio sumario:
Todo el que se cae de la nube muere
Se lo come la tierra
Cada gota
Es un ojo desorbitado
Que mira por última vez
El día o la noche
Desde la fugacidad de un viaje
Que lo hace mariposa
Pájaro que cae
Obsidiana que se quiebra
Gota de agua que resbala
Hacia el abismo profundo de las almas

7.-
Arden las rocas amarillas
y se cuescn al sol
Toman los cerros agua
De la blancura ácida
Que llega con la espuma
Quema el pájaro
Con sus alas de aurora
El horizonte.

8.-
Rocas líquidas
catapultadas hacia rocas sólidas
blanco vómito
que regurgita
del intestino azul del mundo

9.-
La huella en la arena
Sabe
Que nadie podrá reconocerla
Mira
Pasar las nubes
Con el silencio
Colgado en su espalda
Cual arete de cristal
Se deshace en dudas
O se deshoja
Como noche de vigilia
En una luna de miel
10.-
El ojo del huracán
Es un pez
Boqueando en la orilla del sueño
Colgado
Al arponazo del hambre
O del hombre
Que hurga en la basura
Del abandono
El ojo del pez es un huracán
Azotando su cola
En la urgencia de la vida

11.-
La red del pescador
es el brocal de los almendros
aroma del sándalo
piernas oscuras
de un galeón fugitivo y nocturno
la plata de las gaviotas
se hace añicos en el acero
en las puertas de un faro
en las redes del pescador
que no son sino noche
purgatorio
de los pecadores

Muere gerente de exclusivo restaurante de Acapulco tras chocar su Harley Davidson contra un taxi colectivo

Un hombre identificado como gerente de un exclusivo restaurante de la zona Diamante de Acapulco murió tras chocar su motocicleta contra un t...