
jueves, 15 de mayo de 2008
Saludo presidencial

Hoy las nubes se separan del mar
Y despejada se ve la pierna
Entera de la diosa Elena
El sol no se mueve
Espera la orden de tus ojos
De la luna tatuada en tus axilas
Y yo sentado estoy
Con el poema abierto
Con las hojas en blanco espero
No llueve
Es un desierto el horizonte
Y la noche retrasa su momento
Y no estás
No llamas
No mueves siquiera una pestaña
Del viento
Impertérrita
Me das la espalda
Y las calles terminan en declive
Por donde resbala el llanto
Pero
No llamas
Pero no estás
Me muerde la cola el tiempo
Y gimo
La luna ya es un hueso
O comida sintética de perros
Y la avenida está cerrada
Por la gente que se agolpa
En una mirada que llueve
Y no avanza
Soy un gusarapo que canta
Y babea sobre ese horizonte
Iluso que te espera
Y tú no llegas
Y tú no llamas
Y por eso
No estoy
Miércoles 14 de mayo
ROJO
rojo
Miré como te abrías
Y dejabas roja
Tus pétalos en arco
Circunferencia perfecta
Con cinco entradas
A tu centro
Los pistilos erizados
En la conjunción de
Las palabras
Rozando apenas mi hombro
Cuando paso
Por debajo de ti
Al subir por la escalera
De tu falda
Jadea el sol
Pero hacia abajo
Te veo rojiza
Entraña nueva
Tu rojo estilo
Me derriba
Como el vino
Y caigo siempre
De espaldas a la luna
Rebotando
Como sueño herido
Olor
A que hueles tu?
Pregunta el viento
A nada
Tu eres el olor
La cadencia de la música
El ritmo del poema
El aroma del perfume
Hueles a olor de viento
A mi
A historia contada y recontada
Cada noche
Hueles a cama de hotel
Mojada siempre por tu pelo
O a hojarasca,
otoño,
cielo nublado
Tambor de hojalata
Que se deshace en ruidos
En la estampida de tu blusa
Cristal de olores lleno
Y florero de cuarzo
Que te contiene
Hueles a río magro
Con más arena que agua
Grava escarbada en el lecho nuestro de cada día
Y el viento…
¿a qué huele?
A ti
A ti huele el viento que me llega
A caballo
Entre el tiempo y tu
Me cercenan la esperanza
A caballo vengo
De tu casa derribada
A caballo te espero en esta esquina de canícula
Y el calor me vuelve su esclavo
Me somete a sus bajos instintos
Me clava en la quijada del fuego
De la pústula sedienta
En que la llama se convierte
Cuando exhala tu nombre
Con la velocidad de un ruego
Me desmayo a tus plantas
De caracol enardecido
Y me desdigo de la verdad
Montado entre tu y el viento
En donde a caballo vengo.
Sábado 10 de mayo 2008
PLAZA
Navego por tus ojos claros
Como velero a la deriva
Asido apenas a una pestaña
De tus horas
Sé que no puedo fondear
En esas aguas
De la agreste sierra
Que pareces
Y que mi barca
no es más que un grano oscuro
que se escurre
a tus mejillas
y sin embargo
voy por tu ojo
como por el mundo
mirándolo todo
con mi vela de vagabundo
II
La intuición es mala consejera
Ayer me llevó una calle
Que me estrelló en tu ombligo
Hoy sentí un hilillo traidor
En mis entrañas
Y no era el amor el que llamaba
Sino la lluvia ácida de las mazmorras
Desde donde todo es sospecha
Cuando es lo único libre que nos queda
De ácido es nuestro pasado
Y no hay presente en entre los duendes
Hay una entrega indiferente
Y una calle cerrada frente al puerto
Hay sábados de niebla y odio
De noches oscuras, más que negras soledades
Y domingos que se alejan, se estiran, se desdibujan
III
Debo decir que escribo para el Niagara
Y para el peñon de Gibraltar
Que escribo para el puente en San Francisco
Y no para mis manos
Que están más cerca
No escribo para mi hermana
En sus cumpleaños
Ni para el pobre que sueña en potentados
Tampoco para el mar que tengo enfrente
O la lupa del agua que me baña
Que me hace grande como nunca he sido
Escribo letras que no son nada
Como mis temas vacuos
Agua de fregadero azul
De café desecho por las sombras
Una catula cigüeña es un nido de serpientes
Una aurora se cierne sobre nosotros
Y es tan fina su mirada
Que le miente al cuerpo
Y se esfuma en ciruelos
De la cúspide lejana
IV
Y ella me tendía la aurora
Pero yo la veía como flor
Y nube entrelazadas
Como una jauría de hombres hambrientos
Que se lamen las manos con su imagen
Se calzan saludos bien llegados
De la selva dura de árboles
Que en vez de dar frutos
Dan cables de teléfono
Ella se me ofrecía amplia y oscura
Como una cueva solitaria
Con sus palmeras asomando entre mi gracia
Y la andaba
Como la nieve en cono de barquillo
O la comisura de un beso
Agitado en una de tus playas
V
Voy naciendo a tu horizonte
Y se me cae el mundo
No tengo aún ni un mes en tus entrañas
Y ya te tengo del tobillo, a horcajadas sentada en mi penumbra
Pero quien es ese monto de ruinas que me llama
Que se jacta de haberlo visto todo
De saberlo todo
Y de poder mostrarme el mundo con un beso
Dejo mis pañales en tu iglesia
A la luz del zócalo nocturno
Tan lleno de mimos y fayuca
Y mi leche enlatada que me diste
De tu seno grande como un árbol generoso
Te dejo una hoja paralela
Un vasto silencio de sirenas
El mundo hoy es tan ancho como un pueblo
Y una mariposa que se deshace en pétalos
Es la flor marchita de mis años
Voy naciendo y tus ojos aún no me hacen ninguna reverencia
Voy naciendo contigo, y permanezco
Ciego y beodo en tus rodillas.
VI
Cada vez que te miro
Me subo a tus costados
Solamente puedo verte
Desde lejos
Aun cuando camine por tus manos
Usando tus pies
Y mojándome en tu vientre
Te despido del río
Que sólo es seco cauce
Y de la orilla del mar
Que ahora es odio
Te despido
De la dulce mañana oliendo a coco
De las rojas piezas de cemento
Y voy a esa serpiente tuya
De la vista iconoclasta
Desde donde se pueden hundir
Todas las naves
Y a ese hotel que picotea tu cielo
Y domina tu parque Papagayo
Que se jacta de lavar sus pies en tu piscina
Cristal de noche aún eres
Y todos miran por tus ojos
Pero tus cerros se pueblan de carcoma
No te sientas tan feliz del desamparo
Como de la mar que te navega y te circunda.
Sábado 3 de mayo de 2008
Como velero a la deriva
Asido apenas a una pestaña
De tus horas
Sé que no puedo fondear
En esas aguas
De la agreste sierra
Que pareces
Y que mi barca
no es más que un grano oscuro
que se escurre
a tus mejillas
y sin embargo
voy por tu ojo
como por el mundo
mirándolo todo
con mi vela de vagabundo
II
La intuición es mala consejera
Ayer me llevó una calle
Que me estrelló en tu ombligo
Hoy sentí un hilillo traidor
En mis entrañas
Y no era el amor el que llamaba
Sino la lluvia ácida de las mazmorras
Desde donde todo es sospecha
Cuando es lo único libre que nos queda
De ácido es nuestro pasado
Y no hay presente en entre los duendes
Hay una entrega indiferente
Y una calle cerrada frente al puerto
Hay sábados de niebla y odio
De noches oscuras, más que negras soledades
Y domingos que se alejan, se estiran, se desdibujan
III
Debo decir que escribo para el Niagara
Y para el peñon de Gibraltar
Que escribo para el puente en San Francisco
Y no para mis manos
Que están más cerca
No escribo para mi hermana
En sus cumpleaños
Ni para el pobre que sueña en potentados
Tampoco para el mar que tengo enfrente
O la lupa del agua que me baña
Que me hace grande como nunca he sido
Escribo letras que no son nada
Como mis temas vacuos
Agua de fregadero azul
De café desecho por las sombras
Una catula cigüeña es un nido de serpientes
Una aurora se cierne sobre nosotros
Y es tan fina su mirada
Que le miente al cuerpo
Y se esfuma en ciruelos
De la cúspide lejana
IV
Y ella me tendía la aurora
Pero yo la veía como flor
Y nube entrelazadas
Como una jauría de hombres hambrientos
Que se lamen las manos con su imagen
Se calzan saludos bien llegados
De la selva dura de árboles
Que en vez de dar frutos
Dan cables de teléfono
Ella se me ofrecía amplia y oscura
Como una cueva solitaria
Con sus palmeras asomando entre mi gracia
Y la andaba
Como la nieve en cono de barquillo
O la comisura de un beso
Agitado en una de tus playas
V
Voy naciendo a tu horizonte
Y se me cae el mundo
No tengo aún ni un mes en tus entrañas
Y ya te tengo del tobillo, a horcajadas sentada en mi penumbra
Pero quien es ese monto de ruinas que me llama
Que se jacta de haberlo visto todo
De saberlo todo
Y de poder mostrarme el mundo con un beso
Dejo mis pañales en tu iglesia
A la luz del zócalo nocturno
Tan lleno de mimos y fayuca
Y mi leche enlatada que me diste
De tu seno grande como un árbol generoso
Te dejo una hoja paralela
Un vasto silencio de sirenas
El mundo hoy es tan ancho como un pueblo
Y una mariposa que se deshace en pétalos
Es la flor marchita de mis años
Voy naciendo y tus ojos aún no me hacen ninguna reverencia
Voy naciendo contigo, y permanezco
Ciego y beodo en tus rodillas.
VI
Cada vez que te miro
Me subo a tus costados
Solamente puedo verte
Desde lejos
Aun cuando camine por tus manos
Usando tus pies
Y mojándome en tu vientre
Te despido del río
Que sólo es seco cauce
Y de la orilla del mar
Que ahora es odio
Te despido
De la dulce mañana oliendo a coco
De las rojas piezas de cemento
Y voy a esa serpiente tuya
De la vista iconoclasta
Desde donde se pueden hundir
Todas las naves
Y a ese hotel que picotea tu cielo
Y domina tu parque Papagayo
Que se jacta de lavar sus pies en tu piscina
Cristal de noche aún eres
Y todos miran por tus ojos
Pero tus cerros se pueblan de carcoma
No te sientas tan feliz del desamparo
Como de la mar que te navega y te circunda.
Sábado 3 de mayo de 2008
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
Muere gerente de exclusivo restaurante de Acapulco tras chocar su Harley Davidson contra un taxi colectivo
Un hombre identificado como gerente de un exclusivo restaurante de la zona Diamante de Acapulco murió tras chocar su motocicleta contra un t...

-
Un hombre identificado como gerente de un exclusivo restaurante de la zona Diamante de Acapulco murió tras chocar su motocicleta contra un t...
-
El domingo 18 de abril de 2010 salió publicada una noticia en la Agencia IRZA (http://www.agenciairza.com) que llena de vergüenza al pueblo ...