
La no presentación del poemario Tres
Remedios para la nostalgia en el mar
Era la tarde del miércoles 25 de agosto y unos 30 espectadores, entre público y asistentes al II Encuentro de escritores del Pacífico, estaban reunidos para conocer el último poemario publicado del periodista Julio Zenón Flores.
En la Casona de Juárez el calor no cedía un grado, pero la mesa de honor estaba puesta y los poetas Juan Luis Nutte y Jesús Bartolo Bello, presentadores oficiales del poemario había llegado puntuales desde la ciudad de México uno y de Toluca el otro, precedidos de su vasto conocimiento del arte de la poesía.
El ambiente aún olía a cruda. Las ojeras delataban lo inocultable. El recorrido por los bares de la zona tradicional durante la noche anterior mostraba su huella innegable y los presentes dijeron: son las 5:30 de la tarde, aún no llegan los organizadores, pero está el autor y los presentadores, así que a lo que te truje chencha. Se sentaron a la mesa y comenzaron los comentarios.
La verdad no escuché lo que dijeron Nutte y Bello, quienes galantemente leyeron sólo una cuartilla y media cada uno para dejar la cancha al autor. No los escuché, debo confesarlo. Sólo recuerdo que entre el dolor y coraje tomé el libro “Premio Estatal de Literatura Ignacio Manuel Altamirano 2007” editado por la UAG con el auspicio del Conaculta, en donde viene publicado el poemario y avente al aire dos o tres poemas cortos, más con coraje que con sentimiento.
No pude dejar de informar que ese día en mi pecera faltaba la pequeña hembra de la pareja de peces que el poeta Oscar Basave me había regalado como recuerdo de su boda, un mes atrás. Según la responsable se le fue por el fregadero al cambiarle el agua. No puedo evitar pensar en ella aleteando sin aire en el tubo del drenaje, dije a los presentes.
Algunos musitaron un “lo siento” y a otra cosa mariposa. ¿A quien le importa un pez muerto? La presentación del poemario fue, digámoslo claro, un fracaso. Nadie pensó en los poemas no leídos, poco en la breve presentación y nadie en la pecesita muerta. Ni siquiera era tema de la sección policiaca y menos de la sección cultural, de la que carecen los medios de prensa en Acapulco. Apenas si merecía un pensamiento cursi y un wisky que me fui a beber al Bar del Puerto, donde pague la cuenta de la entrevista con el programa de Cable Más allá de tu naríz, que se ocupó un poco del asunto y otro tanto de preguntar sobre la renuncia del director de cultura y de la violencia en el gremio periodístico.
El wisky los vomité a los 5 minutos, el dolor de la pérdida del pez aún no pasa y el poemario ahí sigue, sin ser presentado en sociedad….
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