Las mujeres nos odian por solidaridad de género

APUNTES PARA UNA NOVELA

Y mi más grande error fue besar sus labios.

Mi padre me lo dijo, aquella vez en que me llevó al cabaret y me dejó sentado en la barra, mirando a una mujer de amplio escote enseñándome sus fuentes de leche y miel, para que recordara mi tiempo de Edipo y comiera de aquel manjar.
Busca a las mujeres por su cuerpo, no te detengas a ver nunca sus sentimientos, ellas siempre mienten, me dijo. El corazón de la mujer es frío, de por sí, está en su naturaleza, pero si el de una mujer cualquiera es frío, el de las chicas galantes es peor que un témpano de hielo o que un paseo por la Antartida, ellas siendo frías de origen, se han congelado más por la vida que llevan. Recuerda que el frío es la ausencia de calor, y ellas por su misma profesión se sienten excluidas de calor humano así que sólo respiran aire gélido revuelto con escoria, sólo piensan en que la vida las ha tratado mal y que todos los que vienen a ellas vienen a hacerles más daño, Nos odian a los hombres por muchas razones, entre otras por solidaridad de género, porque piensan que al venir aquí traicionamos a nuestras mujeres, mujeres como ellas, novias o esposas con ellas (aunque parezca difícil de creer ellas son muy solidarias con las de su género, a pesar de que se saben despreciadas por ellas mismas lo que incluso justifican), pero además, porque creen que es injusto que a nosotros la vida nos haya dado dinero suficiente para irlo a gastar a un cabaret, mientras ellas tienen que mancillarse y humillarse para ganar unos cuantos pesos.
Nos odian y quieren hundirnos, así que ten cuidado hijo, no te fijes en ellas por nada del mundo. Haz lo que quieras con su cuerpo, cumple tus fantasías más locas, y paga por ello y vete de inmediato, sin volver atrás o te pasará como a la mujer de Lot, te volverás de sal y te resquebrajarás.
Ah! Y eso si, ¡cuidado!, nunca las vayas a besar en la boca. En primera es antihigiénico, nomás imagínate que si un poco antes estuvieron haciendo sexo oral con algún infectado, pero además, ahí está su veneno. No hay pierde el que las besa en la boca se enamora de ellas. Así ha sido y así será. Por los siglos de los siglos.
Pero ese día yo había besado ya toda su espalda, le había mordido los hombros, había recorrido con mis labios su cuerpo por el frente todo, desde el cuello hasta la punta de los pies. Había respirado justo en su ombligo y había mirado su piel ponerse chinita como decimos en la costa, que nada me detuvo hasta que me di cuenta que estaban mis labios en los suyos y ella me besaba como cuando me besó aquella niña de secundaria con la que jugué a la botella y que me tomó de la mano me metió bajo una sábana y no paró hasta morder mis labios y yo tuve en ese momento mi primera eyaculación precoz,

Me demoré tanto en esos labios que me recordaban a Alicia, que ya ni pensé en penetrar su sexo. Hace cuanto que no besaba a una mujer así, cuanto tiempo el recuerdo de ese beso estuvo adormilado ¡oh Alicia! Alicia, ¿por qué te fuiste? De quien será ahora madre pudiendo ser la madre de mis hijos y la abuela de mis nietos?
Xxxx