FRAGMENTO DE NOVELA

Pero me tenía que quedar y …


¿Quién iba a saberlo?



Si yo no lo sabía cuando en lugar de entender su miedo cedí a mis deseos y la tomé, como el niño que toma una bandera para envolverse en ella y lanzarse al vacío...



Y mi más grande error fue besar sus labios.

(Uno cree que la vida es distinta a las novelas y termina por equivocarse. Lo acababa de leer de un personaje de Milán Kundera, en Insoportable levedad del Ser: los tiranos que gobiernan mal, nunca reconocerán que hicieron mal, en el mejor de los casos, dirán, cuando la realidad les golpee en la cara, que lo hiceron de buena fe, pero siempre optan por tratar de frenar la libertad de expresión de quienes los critican; al personaje de Kundera, no entender esto o más bien escribir esto y no retractarse, le costó el empleo y la imposibilidad de volver a operar...nada ha cambiado...por eso algunos rebeldes recurrimos a la literatura, porque es irreverente y revolucionaria y subversiva...muchos poetas somos en realidad, periodistas frustrados, por eso he vuleto a mis cuentos)