Presentación novela Vida mía.
(Vanesa Hernández)
Vida mía, primera novela del escritor Édgar Pérez, presenta la peculiar vida del héroe que se convierte en antihéroe, definió la también escritora Brenda Ríos, quien junto con Andrés Acosta presentaron el libro la tarde del jueves en la Casona de Juárez durante el cuarto día de actividades del Tercer Encuentro de Escritores del Pacífico.
En palabras de Ríos, la novela aborda en su narración la falsificación de la vida de Domínguez, personaje principal de la historia, el cual es descrito mediante un planteamiento que aunque podría ser considerado un melodrama típico, Pérez varía al volverlo un relato fuera de lo común.
Es la historia, dijo, de un hombre del que han abusado de diversas maneras tanto su madre como su mujer, por tanto aseveró, “ de patético es conmovedor”.
Agregó, que otras aportaciones de la novela, son la narración de diversas escenas simbólicas, las que añaden a la drama de una ética fresca.
“En Vída mía, el héroe no paga lo que debía pagar”, explicó.
Para Ríos, la novela refleja una labor esmerada de un autor, quien dentro de una ficción, presenta otra ficción en una falsa amorosa.
Podría decirse, expresó, que Domínguez es un valiente impensable; un sujeto agradable dentro de una historia agradable que no da risa, sino pena.
Por su parte, el escritor originario de Chilpancingo, Andrés Acosta, refirió que a la novela como una trabajo complejo y sencillo, en el cual encontró “nuevas cosas en varias partes”.
Aunque explicó que tuvo que leer dos veces la novela, hay “coherencias físicamente bien logradas”.
“El centro medular de Domínguez, es el contrapeso de este personaje con todas las personas con las que se relaciona”, definió.
Añadió que otro logro del primer trabajo literario de Pérez, es profundizar en un personaje dentro de una historia con fuertes connotaciones eróticas.
“Es la contundencia de su palabra lo que favorece a la literatura”, concluyó.
Según refirió el autor de la novela, Édgar Pérez, Vída mía, es la representación de un tema poco recurrido de lo ridículo y patético; de la pena ajena y la vergüenza por uno mismo.
La presentación concluyó con la lectura que de algunos fragmentos de su obra hizo el autor.
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