AGUIRRE GOBERNADOR; AÑORVE OBLIGADO A CABILDEAR LA CONCILIACION
A partir de este vieners 1 de abril, el senador con licencia, ex priista, ex gobernador interino y economista de profesión Ángel Aguirre Rivero, se convierte en el gobernador constitucional de Guerrero para el periodo 2011-2015.
AGUIRRE RIVERO llega con una alta votación a su favor, con un gran consenso entre las organizaciones sociales, respaldado por el PRD, PAN, PT y Convergencia, además de un sector del PRI que puede representar más o menos un 25 por ciento del priismo total guerrerense.
Tendrá el nuevo mandatario el respaldo de un Congreso local cuya mayoría está formada por la fracción perredista de 18 diputados, a la cual se suman sin titubeos, sin respingos ideológicos, una vez que la ideología ya fue desterrada de los partidos de la actualidad, los seis diputados locales independientes salidosw del PRI, los 3 de Convergencia, el uno de PT y el uno del PAN, haciendo una aplastante mayoría.
Los magistrados tendrán que ser ratificados por ese congreso de perfil aguirrista, por lo cual se puede decir que Aguirre Rivero es uno de los gobernadores con mayor poder del 2000 a la fecha, tanto como en la mejor época del PRI. Pero no sólo cuenta con el poder político, también con el poder de la movilización que ha caracterizado al PRD y al PT
Es pues un personaje al que hay considerar con mucho cuidado.
Es necesario que el PRI lo entienda. No lo entendió cuando al terminar las elecciones el candidato tricolor Manuel Añorve Baños,en vez de reconocer la derrota y saludar civilizadamente al ganador para cerrar la página y no dar paso a la profundización de las heridas abiertas durante la campaña, optó por la indiferencia y dejó en manos de su partido una impugnación destinada al fracaso.
Si se sabía que la impugnación no pocedería, como ocurrió, en los órganos electorales, en parte porque al parecer fue elaborada tan apresuradamente que careció de la contundencia necesaria para modificar los resultados, ni fue siquiera al fondo en sus argumentos, meterla era más dañino políticamente que aceptar la victoria de Aguirre.
El ahora nuevamente alcalde Manuel Añorve al parecer ya lo ha ido entendiendo y así loo reflejó su discurso en la inauguración del distribuidor vial de Puerto Marqués.
Añorve tendrá que trabajar y tratabajr muy cercanamente con Aguirre por elo bien de Acapulco, lo correcto era que al terminar la elección le hubiera ido a levantar la mano, si no lo hizo por los malos consejos que le dieron sus asesores de entonces, hoy está a tiempo de buscar la concordia. La soberbia en política es mala consejera. Aún es tiempo, aunque hoy es un poco más dificil, pues Ángel ya es gobernador, ya está investido de todo el poder que sin duda lo cambia, como cambia el poder a todos y los vuelve menos razonables, pero la lucha por la reconciliación debe hacerse, ademas, porque eso ayudaría a la reconciliación de los acapulqueños que aún hoy no parecen perdonar el distanciamiento de los primos y eso se puede profundizar tanto que haga ingobernable a Acapulco.
Esta bien que no vaya Añorve a la toma de protesta, sin duda le faltarían al respeto. Es mucho exponerse, pero ya debe haber un lobby del ayuntamiento, buscando el acuerdo con el gobernador. Es el único futuro posible para Acapulco.
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