5 ESTRELLAS: Por JULN LOPEZ

5 Estrellas




Juan López



Los dos últimos gobernadores de Guerrero, fueron pródigos en mejorar las condiciones de vida sólo, de la clase política. Les facilitaron, a nivel escándalo, ventajas y privilegios. Uno hizo La Ciudad de los Servicios: obra magna de albañilería, suntuaria y cursi, para albergar a la de por sí comodina élite burocrática.

El otro triplicó los salarios de sus mandarines, a grados de una inequidad jamás vista. Adquirió aviones, helicópteros, mansiones y recintos con la finalidad de que su clase no sufriera privaciones.

Este derroche dio como resultado un aparato de gobierno cinco estrellas. Lujo, dispendio, gasto excesivo, corrupción y locuras que deben ser examinadas, perseguidas y sancionadas por los encargados del Ministerio Público y la Judicatura.

El nuevo Gobernador va a estrenar instalaciones harto placenteras. Equipos electrónicos de comando y utensilios cibernéticos que facilitan la operatividad administrativa.

Que no se deslumbre. En Guerrero sólo el gobierno y sus favoritos más indispensables, fueron los únicos que mejoraron. La dolce vita fue exclusiva para ellos. No tuvieron medida para procurarse bienestar personal. Usaron el presupuesto a su antojo.

El resto de la población sigue padeciendo todas las calamidades de las malas acciones. Las secuelas de una corrupción desbocada. El asedio de la pobreza. La falta de oportunidades económicas. La migración como repuesta al abandono oficial. El crimen como sustituto de empleos dignos. El mal camino. La desorientación

Los dos gobernadores precedentes incubaron todos los males agravados que padece hoy, el pueblo de Guerrero. Porque sólo tuvieron paciencia para sus patrimonios. Tolerancia para sus pandillas de facinerosos. Capacidad para la rapiña y pasaron sin ver ni oír, los clamores de la desolación social.

Sí, hay palacios alfombrados y ventanales neoyorkinos. Lo que falta es justicia social, equidad pública y amor por el pueblo. La molicie confunde y el poder empalaga. ¡Cuidado…!



PD: “Al lujo aspiran los espíritus vulgares”: Lucio Anneo Séneca.