La UAG, la elección y lo que viene

LA UAG ¿EN MANOS DE QUIEN?


Al terminar febrero la campaña para ganar la rectoría de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG) entra en su sprint final con los cierres que se espera sean masivos, como fueron los momentos del registro, de los dos contendientes para ocupar esa silla: el epidemiólogo Ascencio Villegas Arrizon y el doctor en ciencia, Rogelio Ortega Martínez.
Los momentos más críticos se vivieron la semana pasada cuando desde ambos bandos hubo acusaciones de agresión física, aunque no pasó de señalamientos puramente protagónicos para denostar al contrario y no llegó como en campañas anteriores a hechos de sangre y de agresiones con piedras a personas, edificios y autos.
Las campañas parecieron seguir caminos encontrados: la del epidemiólogo empezó fría. Villegas no ocultaba su dificultad para las reuniones masivas, para el debate directo, para negociar acuerdos con los grupos dispuestos a sumarse a su campaña, pero nunca de gratis. Su campaña fue subiendo de tono y profundizándose en su carácter endógeno.
Hubo momentos de crisis interna, de nervios a punto de reventar cuando los grupos que apoyaban a Javier Saldaña y que se incorporarían con él al bando de Arrizon, titubearon, sobre todo en Acapulco y Chilpancingo y los dirigentes de los grupos mayoritarios en las escuelas grandes de la UAG se mostraban indecisos.
El nervio pasó por la elección de los dirigentes de los sindicatos universitarios y todo terminó bien para la causa de la Alianza Ganadora, de Arrizon. Con mucha ayuda, sobre todo de Saldaña. Se libraron los escollos y terminó por agrupar a la mayoría de los grupos, a las escuelas más grandes y a la mayoría de directores de las unidades académicas. Llegan al final respirando tranquilos. Aunque no hay triunfalismo en sus filas. “La moneda está en el aire” me dijo uno de los pilares de su campaña.
La campaña del doctor en Ciencias, arrancó con mucha fuerza. Incluso se dice que sus acompañantes al registro fueron más que los de su adversario. En los círculos políticos se supo del apoyo a su causa de los principales personajes políticos de la entidad, desde el gobernador Zeferino Torreblanca hasta el alcalde Manuel Añorve y el figueroista Héctor Vicario. Era invitado de muchos foros. Mostró desde el principio sus dotes de buen político, su habilidad negociadora, su formación académica en Europa.
Desde diversos sectores de la sociedad se creó la expectativa de Ortega como el rector que la casa de estudios necesita, en el entendido que, aunque autónoma, no puede existir al margen de su contexto histórico concreto. Al final, no llega con la misma seguridad con que empezó por una sencilla razón. En el transcurso de la lid creció hasta que no pudo crecer más.
Hoy para diversos analistas las cosas están muy definidas y uno de los factores para definirlas fue el grupo que lidera Uriel Reyes y las decisiones de las principales escuelas de Acapulco de apoyar a Villegas.
Así las cosas, un maestro de la más grande unidad académica que tiene la UAG, me hizo las siguientes preguntas:
*¿Por qué tiene que dirigir el futuro de la UAG alguien que no es guerrerense?
*¿Por qué maestros universitarios guerrerenses fueron expulsados de la maestría en educación de la UAG, por tener un promedio general de 7?
*¿Quién o quienes elaboran y aprueban leyes injustas?
Quiero respuestas a estas y muchas otras preguntas, me dijo antes de expresar que en su opinión deben dirigir la Universidad maestros guerrerenses, que si los hay y recordó que en Michoacan sólo dan becas de estudio a estudiantes nacidos en el estado de Michoacán.
Son muchas preguntas y fuertes, le dije.
El siguió hablando “En Guerrero tenemos a muchos maestros, funcionarios de la UAG que se han beneficiado de los recursos producidos por los guerrerenses y muchos de estos no tienen las oportunidades que deberían de tener”
Creí que sería un simpatizante de Rogelio, pues de quien se dice que es Nayarit, es de Ascencio, pero en seguida me informó: “Ortega es de Taxco, pero eso tampoco lo hace un buen candidato, porque viene de una corriente política universitaria que se dice de izquierda identificada con el "Wencismo" Wences (Rosalío Wences Reza, tres veces rector y fundador y dirigente del PRD) hizo mucho daño a la Universidad”.
Me explicó que “La propuesta de "Nueva Universidad" sólo es un eslogan, propaganda comercial para convencer. Pero, en verdad, ¿cuál "Nueva Universidad"? Es la misma letra de la "izquierda" del PRD”. Sólo observa: "Nueva Izquierda", "Izquierda Renovadora"
Consumir la misma sopa maruchan empacha.
Entonces me lanzó lo que estaba esperando que me dijera:
“Pienso que se deben proponer nuevas regulaciones en la universidad” y me preguntó si creo que ¿Deben votar y ser votados, en los procesos electorales de la UAG, estudiantes menores de edad de las preparatorias? Es buena pregunta, porque
son muy manipulables, le respondí, a lo que él agregó: “Da vergüenza ver que los maestros, mayores de edad, anden tras los estudiantes para obtener sus votos. Le recordé que esos derechos los ganamos los estudiantes de entonces con luchas que costaron sangre y carreras truncadas.
Sólo me respondió que “Esto que vivimos en la UAG es una "democracia estudiantil" en esa concepción de la democracia como forma de gobierno o gobierno del pueblo en su significado griego” y me reviró que reconoce que son los derechos de los estudiantes, pero “son aún niños. Sus derechos son los derechos de los niños expresados en la Organización de Naciones Unidas. Dejan de ser niños cuando cumplen 18 años. No puedo decir lo mismo de los estudiantes de las escuelas profesionales, éstos son jóvenes y la juventud termina a los 59 años de edad. A partir de los 60 años ya se es anciano”.
En su opinión los niños, menores de 18 años de las preparatorias sólo deberían de votar en las elecciones de rector, como votan los niños impulsados por el IFE, en las elecciones federales. Como ejercicio didáctico y como referencia.
Sus ideas me parecieron muy certeras para reflexionarse al seno de la universidad y hacer los cambios necesarios para afrontar la próxima elección de rector, dentro de cuatro años, porque esta ya se terminó y ya hay un seguro ganador.